martes, 24 de abril de 2012

Semana Santa 2012: La lluvia nos dejó sin Jueves y Viernes Santo (Noche)

La inestabilidad del tiempo ha sido la nota protagonista en la Semana Mayor en nuestro municipio: ya el Domingo de Ramos, la Hermandad de la Sagrada Entrada demoró su salida procesional hasta dos horas (prevista a las 17 horas) y puso su cruz de guía a las 19 horas. Afortunadamente, la tarde fue mejorando con el paso de las horas y todo el pueblo de El Viso pudo disfrutar acompañando al Señor de la Salud en su Sagrada Entrada Triunfal en Jerusalén y a su Madre la Reina de la Paz en un Domingo de Ramos que daba comienzo con un ambiente de tensión e incertidumbre y finalizó como una jornada brillante.


La jornada del Miércoles Santo se vivió con más tranquilidad en lo que a meteorológico se refiere y la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Amargura en su Inmaculada Concepción puso su cruz de guía puntualmente a las 19:30 horas de la tarde. 


La devotísima imagen del Señor Cautivo que lucía regio con el exorno floral variado que estrenara el año pasado fue acompañado por los sones de la Banda de Cornetas y Tambores "Nuestra Señora de la Merced" de nuestra localidad. 
Su Madre, la Santísima Virgen de la Amargura cuyo sereno semblante irradia tanta dulzura como un profundo dolor estrenó una preciosa saya de color azul bordada en oro por Jesús Rosado Borja, un tocado y un pañuelo donado por un hermano y fue acompañada por la Banda de Música "Santa María del Alcor" de nuestro municipio la cual interpretó en su primera revirá la marcha "Cautivo y Azotado" recuperada en el concierto celebrado en homenaje al Maestro Seri. 


La entrada del paso de palio a las 2 de la madrugada marcó el culmen de una estación de penitencia que se desarrolló sin ningún problema. 


La relativa tranquilidad con la que amaneció la jornada del Jueves Santo hacía presagiar que iba a lucir sin problemas. Pero con el paso de las horas se sucedió la variación. Los partes meteorológicos mostraban una perturbación importante del día y en la capital se sucedían las primeras suspensiones de estaciones de penitencia.


La Hermandad de la Vera-Cruz que tenía prevista su salida a las 19 horas de la tarde se vio obligada a tomar un receso de 1 hora para tomar una decisión. Pasado ese tiempo y ante la intermitente lluvia que caía sobre nuestro municipio, la Cofradía de la céntrica Capilla del Rosario se vio obligada a suspender, por segundo año consecutivo, su estación de penitencia  por las calles de El Viso. 


Un año más,  el Señor de la Vera-Cruz no pudo lucir sobre su portentoso paso procesional, obra de los Hermanos Caballero, y fue contemplado por todos los visueños bajo la atenta mirada de su Madre, la Santísima Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos, que lucía bellísima bajo su palio. 


El desconcierto fue el sentimiento generalizado en los corazones de los cruceros visueños que contrastaba con la satisfacción de la decisión tomada dado que la lluvia fue siendo protagonista durante la noche. 


La Madrugá entró con un panorama totalmente distinto al desarrollado en la jornada anterior. Los pronósticos apuntaba a una importante tregua en el tiempo y la Capital pudo vivir y disfrutar de esta noche tan especial. 
En El Viso, la Madrugá se tiñe de ruán ante el regazo de Piedad de María que acoge a la Buena Muerte del Señor.


Puntualmente, la Hermandad de la Piedad puso su cruz de guía a las 1 de la madrugada y el cortejo de ruán, los sones de la música de capilla y las nubes de incienso embriagaron todo el alcor.
El majestuoso misterio del Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Piedad procesionó soberbio bajo una esplendorosa luna del Parasceve, testigo de la Pasión del Señor.


Con una actitud austera y ejemplar, la Cofradía realizó su entrada en su casa-hermandad cuando distaban 20 minutos para las 4 de la mañana.


El esplendor y la incertidumbre son dos palabras que podrían definir el desarrollo de la mañana del Viernes Santo en nuestra localidad. La tregua en el tiempo persistía pero se advertía de un cambio importante a partir del mediodía. Por lo que la Hermandad de los Nazarenos de El Viso acordó realizar la estación de penitencia a un ritmo importante suspendiendo la tradicional subida al Monte Calvario con el fin de ganar tiempo al reloj en caso de que la jornada cambiase. 


La puntualidad fue estricta y la imponente salida del Señor de El Viso, Ntro. Padre Jesús Nazareno, estampa que la lluvia nos negó el pasado año, no se hizo esperar. El Señor lucía esplendoroso sobre su monte en el que predominaban los tonos morados y rojos y los sones de su Banda de Cornetas y Tambores volvieron a acompañarlo en su amargo camino hacia el Calvario.


La Señora del Convento, la Santísima Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, nos regaló ese instante mágico en el que parece que la Madre del Señor sale andando desde el interior acompañada por el consuelo que le brinda el discípulo amado San Juan


Los sones de la Banda Municipal de Gerena acompañaron tras su paso de palio.


La celeridad de la jornada se hizo patente ganándose una hora de adelanto sobre lo previsto. No obstante, el esplendor fue predominante en toda la estación de penitencia que sólo se vio truncado en el último momento cuando unas insistentes gotas de lluvia hicieron acto de presencia en la entrada de la Virgen que se desarrolló sin ningún problema. 


 La decisión acertada unida a la actitud correcta fueron las notas con las que se cerró esta primera parte del Viernes Santo en nuestra localidad. 


La mañana dio paso a la tarde del Viernes Santo de la Pasión del Señor, última jornada cofrade en El Viso. 


La tarde se presentó con un contraste de sensaciones: por un lado, la incertidumbre ante la variación que experimentaba la misma y por otro, el optimismo ante una posible mejoría. 


Las 19 horas de la tarde era la hora prevista para que el Amor más grande embriagara las calles de nuestro pueblo seguido de la mirada de dolor más desgarradora del alcor.
 Se sucedían los partes meteorológicos que alentaban de una mejoria importante a partir de las 20 horas, por lo que la Hermandad de los Dolores acordó esperar 1 hora para poner su cruz de guía en la calle. 


Pasada esa hora, ocurrió lo que nadie se esperaba: el tiempo había dado un giro inesperado, el riesgo de lluvia había aumentado y las precipitaciones eran inminentes. 


Finalmente y por segundo año consecutivo, la Hermandad de los Dolores se vio obligada a suspender su estación de penitencia ante el desconcierto de todo El Viso que esperaba con ansia ver la imponente imagen del Señor del Amor y la mirada desconsolada de su Madre de los Dolores por las calles. 


La lluvia marcó el culmen de nuestra Semana Santa, las saetas y las plegarias se sucedieron y la devoción de los visueños embriagó el templo parroquial hasta bien entrada la fría noche de la Muerte de Cristo



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